Contrastes.

El 2009 empezó siendo una gran mierda, me acababa de quedar sin trabajo, encima de muy malos modos, andaba (cómo no) con líos de faldas y sumida de pleno en la espiral que me atrapó en su día y de la que ya medio os hablé en el primer post de este blog, además de tener unas ganas locas y llegar a plantearme seriamente irme una temporada bien lejos, concretamente a Kenia.

Poco a poco, con el paso de los meses la cosa fue mejorando, una personilla me ayudó a ir abriendo los ojos y, pese a que al principio fue como cuando enciendes un fluorescente y primero parpadea un poco hasta que se termina de quedar fija la luz, al final me hizo ver la cosas más claras: si quería que todo cambiara tenía que empezar por mi misma, y eso hice... Empecé a desligarme de las malas compañías y los malos habitos, me picó de nuevo el gusanillo del deporte y del fútbol haciendo que conociese gente estupenda, que me han ayudado a recordar como era yo antes de que todo mi mundo se viniera abajo y recuperando parte de esa Kenya de entonces, la que de verdad merecía la pena. Con ellas he compartido los últimos cinco meses de este año que cerramos y ya, por último, después de muchísimo tiempo parada en diciembre encontré trabajo y esto si que no me lo esperaba, así que fue el colofón.

Pero no sólo de fútbol se vive y este año he tenido gente alrededor que, una vez más, me ha demostrado estar ahí a las duras y a las maduras, gente como Sis, que es lo más grande que tengo en el mundo, como Coco, mi cuñado y, pese a que estámos todo el día picandonos, es una de las mejores personas que he conocido, Fel y Gatisa a las que quiero con locura, como, Pin y Pon que me han aguantado pataletas y ralladas hasta las mil de la madrugada...

De este año lleno de contrastes, donde lo bueno ha sido absolutamente GENIAL y lo malo una atuéntica mierda, me quedo con muchos momentos: las tardes con un café del Starbuks con Gatisa, la noche improvisada de caña, sushi y Vendetta con Fel, las tardes de fútbol con las Novias en el bar de guiris y las noches locas por Chueca, tus días y tus noches Rubia (que se que lo estarás leyendo), las confesiones derivadas en grandes idas de olla con Pin y Pon a altas horas de la madrugada, las fiestas de enfermería con Sis y Grupo de enfermeras (lease por el grupo de amigas de la clase de Sis en el que me acogieron estupendamente y unas tías de puta madre), el fin de semana largo en mi pueblo con día de playa incluído y sobre todo me quedo con lo que me provocó tal alegría y tal orgullo que no sería capaz de expresarlo con palabras, el día que Sis me dijo "Kenya, ya soy enfermera"

Espero que tengáis un gran año y, como yo digo siempre, que lo mejor del 2009 sea lo peor del 2010.